Vientre, abdomen o vasija. En la tradición Japonesa existen tres centros principales de energía, Hara Superior, Hara del Medio y Hara Inferior.
Hara Superior: Este centro energético se encuentra ubicado en el entrecejo y está relacionado con la transmutación de la energía mental y con la clarividencia. Se le asocia con el cielo, el cerebro y la conciencia. Nos conecta con nuestra intuición, capacidad psíquica y percepción extrasensoria.
El Hara del medio: Está vinculado con el plano emocional. Está considerado el centro donde se produce y almacena el Ki (Energía Vital) adquirido que procede del aire respirado y los alimentos ingeridos. Si está equilibrado el pensamiento es claro, creativo, consciente y con capacidad de juicio. Se encuentra en el plexo solar/cardíaco, a través de este centro podemos entrar en mejor contacto con nuestra esencia y ser superior. Centro también asociado a nuestra salud y respuesta inmune.
El Hara Inferior: Ubicado dos o tres dedos debajo del ombligo, se considera el más importante de ellos, ya que es el centro de transformación y acumulación de energía. La energía que viaja a través del cuerpo parte de allí. Para el pensamiento japonés, en el Hara Inferior reside el poder vital del ser y la capacidad de control del mismo.
Este último centro, representa el equilibro de la persona, no sólo del sistema musco-esquelético si no también psico-energético. Es el centro vital de la persona, donde convergen todas las fuerzas del movimiento, estabilidad y fuerza; representando el entro de gravedad del cuerpo. Desde ese punto nace la vida y también se va. El primer impulso respiratorio nace desde el punto HARA.
A nivel psico-energético, es el centro donde enraizarse y conectar con nosotros mismos, con nuestro espacio vital, para encontrar el equilibrio perdido y poder des de este centro relacionarnos con ecuanimidad con todo lo que vivimos sea personal o social. Nuestras reservas de energía vital, Ki o chi, se almacenan aquí, y des de aquí fluyen hacia el resto del cuerpo.
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