El alma siempre sabe qué hacer para sanarse, el desafío es silenciar a la mente. Nuestra naturaleza es estar sanos, es estar en armonía con lo perfecto del universo, nuestro cuerpo sabe como regresar. Es importante entender cómo opera nuestra mente y saber que para sintonizar con todo lo maravilloso que podemos crear, inclusive nuestra sanación, a veces será necesario silenciarla, porque pudiéramos tener creencias, culpas o traumas, que jueguen en contra y no a favor. Silenciar nuestra mente nos permite sanar desde nuestra esencia, nos permite ver el mundo diferente y apreciar lo que realmente tiene valor.

El alma siempre sabe qué hacer para sanarse, el desafío es silenciar a la menteNuestra naturaleza es estar sanos, es estar en armonía con lo perfecto del universo, nuestro cuerpo sabe como regresar.Es importante entender cómo opera nuestra mente y saber que para sintonizar con todo lo maravilloso que podemos crear, inclusive nuestra sanación, a veces será necesario silenciarla, porque pudiéramos tener creencias, culpas o traumas, que jueguen en contra y no a favor. Silenciar nuestra mente nos permite sanar desde nuestra esencia, nos permite ver el mundo diferente y apreciar lo que realmente tiene valor.Desde la consciencia que logramos al silenciar nuestra mente, nos es posible aligerar la carga que ha desencadenado en una enfermedad, nos permitimos perdonar, nos permitimos dejar los miedos de lado, nos permitimos aceptar cosas con las que hemos podido estar en desacuerdo, y aceptar no significa consentirlas, sino reconocer su existencia y cambiar nuestra manera de mirarlas.Practica en silenciar tu mente y tendrás gran parte del camino de la sanación recorrido. Tu alma sabe exactamente qué hacer, solo dale entrada, siéntela y no permitas que la mente, aunque con intenciones de protegernos, le robe protagonismo.

El alma siempre sabe qué hacer para sanarse, el desafío es silenciar a la mente

Nuestra naturaleza es estar sanos, es estar en armonía con lo perfecto del universo, nuestro cuerpo sabe como regresar.

Es importante entender cómo opera nuestra mente y saber que para sintonizar con todo lo maravilloso que podemos crear, inclusive nuestra sanación, a veces será necesario silenciarla, porque pudiéramos tener creencias, culpas o traumas, que jueguen en contra y no a favor.

Silenciar nuestra mente nos permite sanar desde nuestra esencia, nos permite ver el mundo diferente y apreciar lo que realmente tiene valor.

Desde la consciencia que logramos al silenciar nuestra mente, nos es posible aligerar la carga que ha desencadenado en una enfermedad, nos permitimos perdonar, nos permitimos dejar los miedos de lado, nos permitimos aceptar cosas con las que hemos podido estar en desacuerdo, y aceptar no significa consentirlas, sino reconocer su existencia y cambiar nuestra manera de mirarlas.

Practica en silenciar tu mente y tendrás gran parte del camino de la sanación recorrido. Tu alma sabe exactamente qué hacer, solo dale entrada, siéntela y no permitas que la mente, aunque con intenciones de protegernos, le robe protagonismo.

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