️ Hoy comparto un #TBT de hace dos años, cuando invitado por unos grandes amigos y compañeros de viaje en Japón, fuimos a visitar el monumento al perro Hachiko, que quizás alguno de ustedes haya escuchado su historia. Hachiko fué un perro de raza Akita que pertenecía a Hidesaburo Ueno, un profesor de ingeniería de la Universidad de Tokio. El perro acompañaba al profesor, a la estación de Shibuya, para despedirse allí todos los días y, al final del día, volvía a la estación para recibirlo.

️ Hoy comparto un #TBT de hace dos años, cuando invitado por unos grandes amigos y compañeros de viaje en Japón, fuimos a visitar el monumento al perro Hachiko, que quizás alguno de ustedes haya escuchado su historia.Hachiko fué un perro de raza Akita que pertenecía a Hidesaburo Ueno, un profesor de ingeniería de la Universidad de Tokio.El perro acompañaba al profesor, a la estación de Shibuya, para despedirse allí todos los días y, al final del día, volvía a la estación para recibirlo. Esta rutina, que pasó a formar parte de la vida de ambos, y no fue inadvertida ni por las personas que transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores.Esta rutina continuó sin interrupciones hasta el 21 de mayo de 1925, cuando el profesor Ueno sufrió una hemorragia cerebral mientras daba sus clases en la Universidad de Tokio, y murió. Esa tarde Hachikō fué a la estación a esperar la llegada del tren, pero el profesor no volvió esa noche. Hachikō se quedó a vivir en el mismo sitio frente a la estación durante los siguientes 9 años de su vida.Conforme transcurría el tiempo, Hachikō comenzó a llamar la atención de propios y extraños en la estación; mucha gente que solía acudir con frecuencia a la estación habían sido testigos de cómo Hachikō acompañaba cada día al profesor Ueno antes de su muerte. Fueron estas mismas personas las que cuidaron y alimentaron a Hachikō durante ese largo período.La devoción que Hachikō sentía hacia Hidesaburo Ueno, conmovió a los que lo rodeaban, quienes lo apodaron el perro fiel. En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se inauguró.Su nombre se escribe ハチ公 en idioma japonés. Actualmente se lo conoce como Chūken Hachikō (忠犬ハチ公), ‘el perro fiel Hachikō’.La plaza donde se encuentra la estatua aún permanece y sus fotos de mi visita las comparto.Gracias, Gracias, Gracias, a Dios, la conciencia Universal y Reiki Ho, por permitirme conectar con esta extraordinaria y bella e historia de vida; y a ustedes por acompañarme en este viaje de despertar y evolución, Gassho @dinopierini

☀️ Hoy comparto un #TBT de hace dos años, cuando invitado por unos grandes amigos y compañeros de viaje en Japón, fuimos a visitar el monumento al perro Hachiko, que quizás alguno de ustedes haya escuchado su historia.

Hachiko fué un perro de raza Akita que pertenecía a Hidesaburo Ueno, un profesor de ingeniería de la Universidad de Tokio.

El perro acompañaba al profesor, a la estación de Shibuya, para despedirse allí todos los días y, al final del día, volvía a la estación para recibirlo. Esta rutina, que pasó a formar parte de la vida de ambos, y no fue inadvertida ni por las personas que transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores.

Esta rutina continuó sin interrupciones hasta el 21 de mayo de 1925, cuando el profesor Ueno sufrió una hemorragia cerebral mientras daba sus clases en la Universidad de Tokio, y murió. Esa tarde Hachikō fué a la estación a esperar la llegada del tren, pero el profesor no volvió esa noche. Hachikō se quedó a vivir en el mismo sitio frente a la estación durante los siguientes 9 años de su vida.

Conforme transcurría el tiempo, Hachikō comenzó a llamar la atención de propios y extraños en la estación; mucha gente que solía acudir con frecuencia a la estación habían sido testigos de cómo Hachikō acompañaba cada día al profesor Ueno antes de su muerte. Fueron estas mismas personas las que cuidaron y alimentaron a Hachikō durante ese largo período.

La devoción que Hachikō sentía hacia Hidesaburo Ueno, conmovió a los que lo rodeaban, quienes lo apodaron el perro fiel. En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se inauguró.

Su nombre se escribe ハチ公 en idioma japonés. Actualmente se lo conoce como Chūken Hachikō (忠犬ハチ公), ‘el perro fiel Hachikō’.

La plaza donde se encuentra la estatua aún permanece y sus fotos de mi visita las comparto.

🙏Gracias, Gracias, Gracias, a Dios, la conciencia Universal y Reiki Ho, por permitirme conectar con esta extraordinaria y bella e historia de vida; y a ustedes por acompañarme en este viaje de despertar y evolución, Gassho @dinopierini

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?