No es necesario quitarse ningún objeto o prenda para realizar una terapia ni presencial o a la distancia. Se recomienda quitarse todo aquello que pueda molestar o distraer, pero no es por motivos energéticos.
Imaginen a alguien con varias pulseras en su mano realizando una terapia, donde cada vez que las mueve las manos, las pulseras se mueven, sonando y generando ruido en la sesión.
Se recomienda entonces quitarse todo aquello que pueda molestar o distraer al terapeuta y quien recibe la terapia.